Surgido en 2009 de los rincones más oscuros del gremio de las artes gráficas, A La Puta Kalle no es mas que el resultado de años de respirar vapores toxicos de disolventes, tintas y otros productos de imprenta, mezclados con la amenaza constante del paro.

Dos de sus miembros cambiaron sus instrumentos habituales (espatula y escoba) por un bajo (Albert) y una guitarra (Julián) este, ademas de proponerse el destrozar un precioso instrumento a base de manotazos, decidió ponerse a escupir insultos (un puta cada tres palabras, más o menos), hecho muy bien acogido por el resto de la banda, ya que la voz disimulaba los aberrantes sonidos surgidos de su ampli. El tercer miembro (Javi) no es más que un guitarrista flamenco (esto es real) al que engañaron para que se pusiera a tocar la bateria, capaz de recortar  minuto y medio  a las canciones en solo dos ensayos (debido su su tendencia a acelerase hasta limites insospechados), acabó de darle el estilo a la banda. Punk acelerado con toques de rocanrol, letras ofensivas y mucho cachondeo en directo, acompañado a veces de voces femeninas con muy mala hostia, ideal para conducir por la autopista en sentido contrario.